En 1963 el Reino Unido aspiró sin éxito entrar en la Comunidad Económica Europea cuando el conservador primer ministro de la época, Maurice Harold Macmillan, fracasó en el intento. Este hecho se repitió en 1967 con el laborista primer ministro James Harold Wilson. En ambas oportunidades el presidente francés Charles De Gaulle fue el obstáculo, quien llegó a declarar que el Reino Unido era «incompatible» con Europa.
El 1° de enero de 1973 Reino Unido, junto con Dinamarca e Irlanda, ingresaba en la Comunidad Económica Europea bajo el liderazgo del conservador primer ministro Edward Richard George Heath.
El 5 de junio de 1975 también se celebró un referéndum conocido como The United Kingdom European Communities Referendum of 1975 (Reino Unido Referéndum de la Comunidad Europea), el cual buscaba evaluar el deseo de los británicos de permanecer en Mercado Común o en la Comunidad Económica Europea (CEE) que había entrado en vigencia dos años antes con el tratado de Roma. El resultado arrojó un 67% de apoyo a la permanencia en el bloque económico, tal como lo reflejó la BBC de Londres en su momento.Brexit (acrónimo o abreviatura compuesta por dos palabras inglesas, Britain “Gran Bretaña” y Exit “Salida”) es como se ha denominado al proceso político de la salida de Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia que junto a Irlanda del Norte conforman el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte) de la Unión Europea, se convirtió en la opción más nombrada en el referéndum, pues también existía la alternativa Bremain Britain y Remain: “permanecer” fue totalmente opacada por la opción ganadora.
El 23 de junio de 2016 Gran Bretaña celebró el referéndum que consultaba en las urnas su permanencia en la Unión Europea (UE), los resultados a la pregunta: «Should the United Kingdom remain a member of the European Union or leave the European Union?» (¿Debería el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?)
El 29 de marzo de este año el Reino Unido anunció formalmente su intensión de retirarse de la UE, poniendo en marcha el artículo 50 del Tratado europeo de Lisboa, el cual regula el procedimiento de retirada de un país miembro de la Unión Europea.
Impacto en América Latina
Para la UE en conjunto lo más probable es que retrase las negociaciones con el Mercosur. Sin embargo, para evaluar el impacto económico de la salida de Gran Bretaña es necesario revisar las cifras de comercio entre ambas partes.
En cuanto a exportaciones para el año 2015, según el Observatorio de Complejidad Económica de Harvard/MIT, el porcentaje de exportaciones británicas a las principales economías latinoamericanas es el siguiente: Brasil 0,72%, México 0,51%, Chile 0,17%, Colombia 0,14%, Argentina 0,13%, Perú 0,08% y Venezuela 0,08%.
Dicho lo anterior, según análisis propios, no llega al 2% de las exportaciones de Gran Bretaña, por lo que no representa mayores pérdidas, salvo aquellas de establecer fuera del Bloque Europeo las nuevas condiciones de comercio. Sin embargo, los acuerdos establecidos entre la Unión Europea y países latinoamericanos con los que tiene tratados de libre comercio (México, Chile, Perú, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) afectarán a Gran Bretaña, el Brexit traerá como consecuencia que dichos acuerdos dejen de ser aplicables al Reino Unido.
Desde el punto de vista de Latinoamérica el impacto tampoco traería mayores consecuencias, puesto el tamaño de las exportaciones hacia el Reino Unido no es de un peso que desequilibre las cuentas nacionales de las economías latinas. Por nombrar solo unos países del total de sus exportaciones: Colombia 2,20%, Brasil 1,60%, Argentina 1,64%; Perú 1,4%, Chile 1,10%; Venezuela 0,83, México 0,63%.
Lo positivo:
Como se ha demostrado, el impacto del comercio es prácticamente nulo pero desde un punto de vista de netamente comercial e igualmente, según la CEPAL, el Reino Unido no es un gran inversor en Latinoamérica. Por lo tanto, quizás la salida traiga un impacto positivo, dado que una vez fuera de la UE, Gran Bretaña seguramente querrá diversificar sus mercados, es decir, buscar alternativas al mercado europeo y una gran oportunidad, sin duda, será América Latina (si el Reino Unido continúa su política de apertura) y podrían establecerse nuevos mercados entre Gran Bretaña y Latinoamérica.
Lo negativo:
Desde un punto de vista geopolítico, el Brexit pudiera ser interpretado como el fracaso de integración regional, causando quizás discursos de aislamiento y métodos proteccionistas tanto en Europa como en América Latina. Actualmente algunos sectores de Francia hablan de un “Frexit”.
El Brexit pudiese perturbar a América Latina de forma indirecta en la medida en que incida en la recuperación de la economía mundial, reduzca el comercio internacional y extienda por un tiempo mayor la fluctuación de los mercados monetarios, financieros y bursátiles.
NOTA: El análisis del impacto de América Latina, así como gran parte del artículo es análisis del autor, producto de la investigación previa a su redacción.
José Javier Parra C. Economista. Especialista de Control de Gestión de Banplus