El origami, también conocido en otros países como papiroflexia, es un arte japonés que se basa en el doblado del papel para formar espectaculares figuras, sin el uso de tijera o algún tipo de pega. ¡Simplemente se necesita papel, tus manos e imaginación!.
Esta técnica, una vez aprendida, se convierte en un maravilloso talento que lo podemos extender a otros y es parte de los objetivos de la Gerencia de Relaciones Estratégicas de Banplus, que coordina las actividades de Responsabilidad Social para compartirlo en las próximas visitas a las ONG aliadas que atienden a niños y ancianos.
Por eso, nuestro Voluntariado Plus, siempre listo para las nobles causas, dispuso de un tiempo en su agenda laboral para tomar dos clases de origami durante las vacaciones escolares y aprender a realizar divertidas figuras como el barquito de papel (típica de nuestra infancia) y hasta otras más retadoras como la grulla (ave típica del Japón), de la mano del talentoso joven de 12 años, Roberto André Rivera, hijo de nuestra colaboradora Evelyn Landaeta, adscrita a la Gerencia de Planificación, quien también es voluntaria.
Manos en acción
Roberto inició la primera clase con la figura más sencilla para el grupo, una cara de perrito, y luego dictó un perro sentado, un zorrillo, un vaso, lentes de sol, el sacapiojos, el barquito y un pájaro. En la segunda clase continuamos con nuestras destrezas y fuimos escalando en dificultad para crear un pingüino, una mariposa y la grulla.
Roberto, con gran paciencia y dedicación, enseñó las 11 figuras a cada participante. Dijo: “Me siento bien de compartir lo que vengo haciendo desde hace muchos tiempo, específicamente desde los 5 años. Claro, para esa época no hacía figuras tan complicadas como ahora. Me alegró que este grupo haya estado en sintonía con las clases, todos tuvieron interés en aprender y eso me dio gran satisfacción. Se van con algunos conocimientos del origami y ya saben que se pueden crear muchas figuras”.
Beneficios
- La práctica del origami es beneficiosa para todas las personas, en especial a los niños que están en etapa de formación y crecimiento les estimula tanto física como mentalmente.
- Ayuda a desarrollar la coordinación mano-ojo y la motricidad fina. Estos estímulos ejercitan los músculos, nervios y huesos de la mano, que van ganando fuerza y preparándose para la escritura.
- Estimula la concentración, porque exige atención y esfuerzo mental para plegar el papel en el orden correcto y conseguir así la figura deseada.
- Activa la memoria, porque se debe aprender y recordar los pasos para armar la figura.
- Desarrolla la paciencia, pues no siempre salen las figuras al primer intento, por lo tanto habrá que ser constante y paciente para lograr el objetivo.
- Potencia la satisfacción emocional al conseguir hacer algo por sí mismo.
- Fomenta la imaginación en los niños, porque pueden crear sus propias figuras de papel con base en las aprendidas.
- Es muy útil para el tratamiento de ciertos trastornos como la hiperactividad o la dislexia.
- Fomenta el aprendizaje, ya que ayuda a que los niños comprendan conceptos espaciales (arriba, abajo, delante y detrás) y desarrolla el pensamiento lógico y matemático.
- En cuanto a los adultos, principalmente es una actividad terapéutica porque alivia las tensiones generadas por el estrés. Ayuda a la memoria, autoestima y satisfacción personal.
El origami, una tradición milenaria

El origen de la palabra procede de los vocablos japoneses «ori» (doblar) y «kami» (papel). Por el rendaku kami (particularidad morfológica del idioma) se transforma en gami (origami = 折り紙).
Según el Diccionario de la Real Academia Española, este arte se denomina papiroflexia o cocotología. Sin embargo, estos términos no están muy extendidos fuera de España y en otros países de habla hispana se usa el término nipón para referirse en general a toda esta técnica japonesa.
El origami tiene una tradición tan larga que se pierde en el tiempo, incluso contiene un significado espiritual para la cultura japonesa. Por tradición milenaria, se piden deseos a través de las senbazuru, conjunto de mil grullas unidas por hilos.
Desde Banplus, como institución socialmente responsable y comprometida con la sociedad venezolana, nos formamos como Embajadores del Voluntariado Plus para sumar aportes a nobles causas y seguir ¡Haciendo País!.
