Con esta sencilla publicación, queremos ayudarte a tener clara la diferencia entre una PYME y un emprendimiento. ¿Es necesariamente lo mismo? ¿Hay puntos de diferencia o en común?
Comencemos por conocer la definición de cada uno de estos términos.
¿Qué es una PYME?
Una PYME es una empresa mercantil, industrial o de otro tipo, que tiene un número reducido de trabajadores y que registra ingresos moderados.
¿Qué es un emprendimiento?
No hay un concepto comúnmente aceptado respecto a este vocablo, aunque la RAE lo define así. Por otra parte, expertos logran definir emprendimiento como convertir una idea en una innovación exitosa, utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo.
Ambos conceptos tienen aspectos diferenciadores. Te los mostramos a continuación:
El origen y financiamiento del negocio
Generalmente la PYME se crea en un núcleo familiar y no requiere participación de terceros, excepto de un crédito u otra opción financiera, cuando sea necesario.
El emprendimiento sí necesita de un impulso adicional, normalmente de inversionistas externos; de hecho, se puede decir que el primer triunfo del emprendedor no es vender su producto, sino contar con los recursos para echar a andar su proyecto.
Los objetivos de crecimiento
Las PYME nacen con el propósito de vender desde el inicio.
Por su parte, la prioridad de los emprendimientos es establecerse en el mercado y por eso trazan sus objetivos financieros a mediano y largo plazo.
La innovación
Una Pequeña y Mediana Empresa busca resolver las necesidades de sus clientes y al principio se centran en el mercado local, aunque luego busquen crecer.
En el caso de los emprendimientos la clave está en la innovación y por eso crean necesidades entre su público. Como generalmente son apoyados por terceros tienen altas posibilidades de explorar mercados internacionales.
El riesgo
Como pertenecen a la generación millenial, los emprendedores manejan la filosofía de “todo o nada” y tienen un fuerte sentido de ingenio y deseos de crecimiento.
Los pequeños negocios suelen tener más paciencia y son más cautelosos a la hora de tomar decisiones que generen riesgo.
Sabías que…
El origen de la palabra emprendedor deriva del latín in prendere (coger o tomar) y se utilizaba inicialmente para denominar a los aventureros y militares.
En la lengua española, la primera definición formal fue en 1732 bajo el Diccionario de las autoridades que la definía con esa misma connotación: “persona que determina hacer y ejecutar, con resolución y empeño, alguna operación considerable y ardua».
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